Héctor, su tiempo ya pasó/Américo, el último priísta

Perfilando/Por Iván Calderón

Hace unos días, el senador de la República Héctor Yunes Landa sostuvo un encuentro con medios de comunicación en la capital del estado.

El acercamiento fue igual a los de siempre, Héctor tirando caña contra el gobierno de su primo Miguel Ángel Yunes y asegurando entre líneas que otra vez. Sí, que otra vez, se inscribiría como pre candidato a la gubernatura junto con Pepe Yunes, solicitando el método de encuestas y no el de convención de delegados.

Las formas y modos de Yunes Landa son las mismas. Su estilo, el mismo.

Lo que sí ha cambiado, es el respeto que la prensa y los ciudadanos le tenían, ya que luego de ser un tipo inspirador, una voz crítica dentro del mismo PRI y ahora como oposición, para muchos se ha convertido en un excéntrico personaje, que salvo entre su círculo cercano, provoca risas y mil chistes ante sus chanceros deseos.

Se tiene que decir, Yunes Landa debe de darse cuenta que su tiempo ya pasó, y que aún con su manejo en redes sociales haciendo deporte o circo y medio, no podrá conectar con los electores jóvenes quienes junto con el sector femenil tenderán en definir una elección.

Y no es que desde este espacio se le falte al respeto a don Héctor por su edad. Para nada.

Pero, son sus actitudes seniles, su necedad y su falta de empatía, lo que está menguando las posibilidades del Revolucionario Institucional, ya que si cuentan con alguna oportunidad, es el propio Yunes Landa quién continúa dividiendo al priismo veracruzano con su desequilibrada terquedad.

Si Héctor fuese el candidato las perspectivas de triunfo son mínimas y algunos aventurados dicen que sólo iría por la lana de la campaña y nada más.  

Héctor Yunes debe de entender que su tiempo ya pasó, que es momento de unificarse para multiplicarse y de hacerles mucho caso a las palabras del politólogo veracruzano Jesús Reyes Heroles, “la política o se deja o ella abandona”.

Al parecer, a Héctor ya lo abandonó.     

Cruel, pero es la verdad.

AMÉRICO EL ÚLTIMO PRIISTA

Al concluir su mandato el 31 de diciembre próximo, Américo Zúñiga Martínez quizá sea el último de los priistas que gobernó la capital del estado. Tal vez sí. Tal vez no.

En una época muy complicada para el Revolucionario Institucional, Américo fue uno de los pocos presidentes municipales tricolores que brillaron en la entidad, convirtiéndose en un referente para su partido, al grado de que pudiera ser considerado ya sea para dirigir el Comité Directivo Estatal del PRI o hasta para una candidatura de elección popular.

De sus pendientes, la verdad es quién sabe, ya que mientras algunos lo ven en estas posiciones, otros lo vislumbran coordinando la campaña a la gubernatura de su amigo José Yunes Zorrilla, quién iría por el resurgimiento del PRI en Veracruz.

Indudablemente sus malquerientes dirán que también con Zúñiga han existido fuertes derrotas en los distritos de Xalapa. La verdad así es, nada se puede ocultar.

Sin embargo, las condiciones para el territorio xalapeño han sido distintas en materia política y aún con las naturales caídas del tricolor, gracias al pésimo gobierno Duartista, Américo aprendiendo de los tropezones, se ha levantado y ha cumplido honorablemente a las y los xalapeños, al grado de que sin contratar un solo crédito, rompió récords históricos en la realización de obra pública, dejando finanzas sanas y hasta recursos en cajas los cuales por aquellos de las dudas dejará avalados ante Notario Público.

Ya veremos que le depara el futuro, dicen que el edificio de Ruiz Cortines reclama a gritos su presencia.

Esperemos a que ver pasa.

@IvanKalderon

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