Maestros, las nuevas víctimas del crimen organizado

  • Presencia de cárteles en comunidades alejadas por todo el país ponen al magisterio a ‘distancia de tiro’.

Ciudad de México.- A veces por venganza a veces por extorsión, o porque simplemente les son incómodos a sus intereses, los maestros se han convertido en el nuevo foco de agresión del crimen organizado.

En lo que va de este año, de acuerdo con recuentos periodísticos locales, al no existir estadísticas oficiales se estima que han sido asesinados al menos 52 maestros en todo el país.

La mayoría de los homicidios se han perpetrado en los estados que registran mayor presencia del crimen organizado como Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Tabasco, Veracruz, Sinaloa y Tamaulipas.

En dichas entidades la cifra de un solo año supera por mucho a la de los periodistas, defensores de derechos humanos, sacerdotes y médicos.

Pero no únicamente es el homicidio lo que amedrenta al magisterio. Ese sector laboral también se ha visto afectado por el alza en los índices de secuestro.

En Guerrero, decenas de profesores no han podido reanudar sus clases en Chilapa, en la zona de La Montaña.

De acuerdo con fuentes extraoficiales de la Procuraduría General de la República (PGR), en Chilapa a los maestros se les exige, cada vez que reciben su nómina, pagos (por respetar sus vidas y las de sus familias) que van desde los 300 hasta los 500 pesos quincenales.

Soborno letal

El caso más reciente de asesinato es el de la maestra Patricia Mora Herrera, de 34 años, quien impartía clases en el bachillerato de Huehuetla. Fue secuestrada y su cuerpo apareció apenas el pasado fin de semana con huellas de tortura cerca de la comunidad de Totoltepec, de donde era originaria.

Mora Herrera, de acuerdo con las primeras investigaciones de la Fiscalía General de Justicia del estado de Puebla, ya había sido objeto de amenazas e intentos de soborno por parte de una célula criminal que se le asocia con el llamado cártel de Totonacapan.

El hostigamiento a los maestros en Puebla queda evidenciado en las solicitudes de cambio de adscripción de quienes trabajan en zonas de alta incidencia criminal, como la del llamado Triángulo Rojo, en donde operan grupos dedicados a la extracción ilegal de combustible de los ductos de Pemex.

Víctimas inadvertidas

De todos los gremios asediados por la delincuencia organizada, es el de los maestros el que silenciosamente sigue registrando las cifras más altas, pues frente a los 52 homicidios del que han dado cuenta los medios de comunicación en todo el país, contrastan 40 asesinatos de médicos y 15 de periodistas, ocurridos este año; también en los últimos cuatro años han sido ultimados 15 sacerdotes.

De todas las entidades, la más violenta para el magisterio es Veracruz, en donde se estima que en lo que va de este año, por lo menos 20 profesores han sido víctimas de secuestro, y otros seis han sido asesinados por no ceder a las intenciones de extorsión del crimen organizado.

Según la versión de Miguel Hernández Plasencia, secretario general del Sindicato Democrático de Trabajadores de la Educación de Veracruz (SDTEV), la situación que se vive en esa entidad es preocupante, pues al menos 25 miembros del magisterio en todo el estado ya fueron víctimas de secuestro u homicidio.

Por su parte, José Cruz Salazar Ramírez, secretario de organización de la sección 32 del SNTE en el estado de Veracruz, ha revelado que en lo que va de este año al menos 20 de los más de 90 mil profesores afiliados que registra ese sindicato en toda la entidad han sido víctimas de secuestro, pero que se cuentan por decenas los maestros que han sido víctimas de robo de vehículos, asalto o robo a casa habitación.

En Michoacán, de acuerdo con la versión del profesor Miguel Ángel Espitia, miembro de la coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), se sabe que en lo que va de este año han sido ya siete los profesores víctimas de homicidio, a causa de intereses económicos por parte de miembros de la delincuencia organizada.

En esta entidad se estima que por lo menos otros 32 maestros han sido víctimas de secuestro, de ellos o de alguno de sus familiares, y por lo menos otros 79 ya fueron objeto de extorsión, asalto, robo de vehículo y robo a casa habitación.

Huyen de violencia

Otro estado en donde el hostigamiento del crimen organizado contra el magisterio va en aumento es Sinaloa. Allí, desde hace más de cinco meses, al menos siete telesecundarias de la Sierra Noreste se mantienen con actividades suspendidas, luego del asesinato de los profesores Feliciano Rodríguez Navarrete, Juan Ramón Durán Lara y Luis Alberto Raygoza Aguilar, ocurridos en mayo pasado.

El asesinato de los tres profesores de la telesecundaria del municipio de Concordia ha movido a decenas de maestros a no asistir a clases, ante la amenaza velada del crimen organizado, el que también impacta entre los alumnos que dejaron de acudir a clases.

La presencia de hombres armados “adorna” su sendero a la escuela. Niños y adolescentes son instigados a no acudir a clases e incluso asaltados en los caminos de acceso.

Punto de discordia

La suspensión permanente de clases, a causa de la presencia del crimen organizado también se registra en los municipios de Choix, Badiraguato y San Ignacio, en donde fracciones del cártel de Sinaloa se disputan el control del territorio y han tomado al magisterio como punto de discordia para el control de la población.

Las localidades en donde actualmente, en Sinaloa, no se registran clases de manera normal a causa de la amenaza vertida contra el magisterio de nivel básico son Palmillas, La Guayabera, La Petaca, Santa Catarina, Los Cerritos, Los Naranjos, Copala, Pánuco, Santa Lucía, Cuauhtémoc, El Cuantantal, Los Chirimoyos, Potrerillos y Chupaderos, donde la extorsión contra maestros y alumnos es constante, según confirmaron fuentes de la Fiscalía General del Estado. (Con información de Reporte Índigo)

Amagan con entrar a escuelas

Por las amenazas de supuestos grupos delictivos en redes sociales, varias poblaciones como Chilapa, Guerrero, mantienen las escuelas cerradas, mientras maestros y alumnos buscan volver a la normalidad en medio del temor a represalias.

“Por WhatsApp se están enviando comunicados delictivos donde no quieren que haya clases porque supuestamente hay muchos alumnos involucrados en ciertos problemas y no quieren venir a sacarlos de las escuelas”, contó una maestra de Chilapa, que prefiere guardar el anonimato por seguridad.

Esta profesora recuerda que tras el terremoto del 19 de septiembre, que dejó afectaciones en miles de escuelas, se cerraron los centros educativos de toda esta zona al pie de la montaña de Guerrero.

Cuando quisieron reabrir hace una semana, profesores y estudiantes se encontraron con un problema todavía mayor; la amenaza del narcotráfico de actuar con violencia contra ellos.
“Están pidiendo que no haya labores, cosa que está afectando a todo el alumnado de esta ciudad”, lamentó la profesora.

 

Agencias.

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