Se recrudece la violencia ligada a cárteles en Veracruz

Foto: Archivo.

Xalapa, Ver.- La escalada de violencia ligada a las bandas del crimen organizado en el estado de Veracruz, donde se contabilizan más de 1.500 asesinatos en los últimos 11 meses, encendió las alertas de actores políticos y sociales.

Los asesinatos vinculados con las actividades de los cárteles repuntaron desde diciembre de 2016, cuando llegó al Gobierno estatal Miguel Ángel Yunes Linares, un político que ganó las elecciones gracias a una alianza entre el derechista Partido Acción Nacional (PAN) y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).

La llegada de Yunes significó un cambio político tras 86 años de hegemonía del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

La promesa del nuevo gobernador de abatir la inseguridad en un periodo de seis meses en este estado en la ribera del Golfo de México se ha venido abajo con las cifras oficiales de crímenes emitidas por instancias oficiales, organismos autónomos y medios de comunicación que han llevado un recuento puntual de las «ejecuciones».

El Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), órgano que contabiliza los crímenes mensualmente y depende de la Secretaría de Gobernación, reportó que los asesinatos en el mandato de Yunes aumentaron 62,27 % de diciembre de 2016 a octubre de 2017.

En ese periodo se contabilizan 1.514 homicidios dolosos, mientras en ese mismo lapso de 2015 a 2016, durante el mandato de Javier Duarte (exgobernador del PRI preso por lavado de dinero y delincuencia organizada) se reportaron 933.

En Veracruz, según áreas de inteligencia de la Secretaría de Marina y del Ejército Mexicano, se disputan la plaza los cárteles de la droga Los Zetas, Jalisco Nueva Generación y del Golfo.

La pugna del crimen organizado es por el control territorial para el paso de drogas y migrantes, la extorsión y el secuestro en una entidad con alta producción agropecuaria y petrolera (cuenta con cuatro petroquímicas y una refinería), y con uno de los puertos de carga más importantes del país.

Al alto número de muertes por pleitos entre bandas de narcotraficantes se suman crímenes de alto impacto, como el asesinato del alcalde electo de Hidalgotitlán, Santana Cruz Bahena, y del presidente municipal en funciones de Ixhuatlán de Madero, Víctor Espinoza Tolentino, así como la aparición constante de cuerpos desmembrados en zonas urbanas.

De acuerdo con la asociación civil denominada Organización Nacional Anticorrupción, en los últimos 11 meses se registraron 1.699 asesinatos, incluyendo de una fiscal especial para la atención de delitos de trata de personas.

Para el presidente de la Colegio Nacional de Abogados Penalistas, Jorge Reyes Peralta, es obvio que las estrategias que ha aplicado el Gobierno de Veracruz para el combate a la delincuencia organizada y los delitos del fuero común no han dado resultados.

El jurista expresó que es innegable el incremento de la violencia no solo en Veracruz, sino en todo el país. «Urge un cambio en la estrategia, no solo contra la delincuencia organizada sino también contra los delitos del orden común, que son los que más están lastimando a la ciudadanía», dijo.

Resaltó que no se puede «comprar» ni capacitar policías en los supermercados, sino pasar por una estrategia de capacitación policial, pero también en el nuevo sistema judicial.

Durante su campaña electoral, el ahora gobernador prometió abatir los graves índices de inseguridad que afectaban a la entidad con la creación de una nueva Policía Estatal que sería capacitada y sometida permanentemente a exámenes de control de confianza.

«Tengo la voluntad y decisión política para hacerlo y garantizo que en seis meses Veracruz vivirá seguro y la gente vivirá tranquila», declaró entonces.

Al presenta su primer informe de gobierno el pasado 15 de noviembre, Yunes reconoció que no logró disminuir los índices delincuenciales con respecto a 2016, pero resaltó que logró frenar la crisis social y política que dejó el anterior gobernador, acusado de desvíos de recursos por más de 45.000 millones de pesos (2.403 millones de dólares).

El dirigente estatal del ahora opositor PRI (en el poder federal), Renato Alarcón, calificó de «increíble» lo que sucede en Veracruz.

«Una cosa es cierta, la violencia de los últimos días evidencia el poderío de los grupos de la delincuencia organizada y la debilidad del Estado mexicano para garantizar la seguridad», alertó.

El Índice Global de Paz 2016, indicador elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz, ubica a México en el lugar 140 de una lista de 163 países analizados, lo que significa que se encuentra en un «bajo estado de paz», muy cerca del grupo de naciones con «índices de paz muy bajos», donde se hallan Siria, Afganistán e Irak, entre otros.

 

Agencias.

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